El primer paso es comprender que tienes derecho a cuidar de ti mismo/a. Poner límites no te convierte en una mala persona; al contrario, es una forma de proteger tu bienestar emocional. El autocuidado no es Moiísmo, es una necesidad.
El primer hábito es la responsabilidad, una persona que cumpla con sus tareas respeta el tiempo del otro y desarrolla una disciplina en la organización de prioridades. Al ser responsables, creamos un liderazgo own porque somos autónomos y tenemos un fin que lograr.
Es decir, si tendemos a tratarnos de manera negativa, esto acaba afectándonos en nuestra actitud y emociones. Intenta tratarte o hablarte a ti mismo como si fueras un amigo muy cercano.
La estrategia consiste en repetir tu mensaje de forma calmada y constante, como un disco rayado que se repite en un mismo punto.
Si sientes que te cuesta poner límites o te genera mucha culpa, en Aletheia Psicólogos podemos acompañarte en este proceso y ayudarte a fortalecer esta habilidad para que puedas vivir una vida más saludable y equilibrada.
Si te cuesta poner límites y quieres trabajarlo más a fondo, buscar ayuda profesional puede ser una buena opción para reforzar tu autoestima y tu seguridad en las relaciones.
Existen herramientas psicológicas para disminuir el sentimiento de culpa excesivo e indiscriminado que surge al priorizar tus deseos o necesidades. Veremos algunas en esta lectura.
Hemos aprendido una thought peligrosa: que ser una “buena persona” significa estar siempre disponible, ser complaciente y nunca decepcionar a nadie. Pero la realidad es que la incapacidad para poner límites no te convierte en una mejor persona; te convierte en una persona agotada, ansiosa y, a la larga, resentida. El verdadero obstáculo casi siempre es el mismo: un muro de culpa que parece imposible de escalar.
Esta adaptabilidad puede enriquecer nuestras vidas y ayudarnos a crecer tanto private como profesionalmente.
El arte de poner límites sin culpa: 10 guiones para proteger tu energía en trabajo, familia y amistad
La Priorizarse a uno mismo no se puede subestimar. En un mundo donde estamos constantemente ocupados, cuidar de nuestras propias necesidades puede parecer egoísta.
No necesitas comenzar con una gran confrontación. Puedes empezar por detalles cómo priorizarme sin culpa simples: Rechazar un favor que no puedes o no quieres hacer.
La aceptación de las emociones es un aspecto important para priorizarte. Vivimos en una sociedad que a menudo minimiza las emociones y presiona a las personas a permanecer siempre optimistas.
Crea una rutina para dormir: fija una rutina de descanso que te permita desconectarte del trabajo antes de dormir.